domingo, 24 de enero de 2010

El Gen de la Indiferencia

Y digo “gen” porque si no es un problema genético, transmitido de generación en generación, entonces debe ser una especie de virus de esos de rápida propagación que no tiene siglas ni números, pero que quizás haga mucho más daño, por aquello que es preferible una muerte física que una muerte emocional o espiritual.

Me confieso una persona poco tolerante, sin ningún tapujo lo admito, porque siempre me ha parecido que tolerar es aguantar ajuro y porque si, y como ser individual, no tengo porque soportar cosas que vayan en contra de mis principios y el bien común.

Creo que definitivamente el problema de muchos ciudadanos, si puede llamárseles así, o más bien, entes egocéntricos de este país, corresponde principalmente a un egoísmo ilimitado que los lleva a las mas fría y absurda indiferencia, que si bien, los aniquila lentamente como seres pensantes y productivos (en ideas y soluciones) su actitud afecta quieran o no al colectivo en momentos trascendentales de tomar acciones y sumar voluntades.

Lo que pasa en nuestro país, además de una fiel demostración de “causa y efecto” y de que cada pueblo tiene “la mayoría de las veces” el gobernante que merece (en base a su amor propio, al país y a la ciudadanía como tal), no es más que la desesperación de ver una polarización de más de diez años de edad pero con un gran saco en el medio de personas que hacen mucho más daño por su actitud apática, grosera, absurda y egoísta. Es acá cuando mi intolerancia genera estragos en mi capacidad de asombro y en mi paciencia.

Para ser directo, el no votar, el no marchar, el quedarse en su casa viendo películas en canales Premium, o juegos de pelota, o cualquier otra cosa que te permita evadir lo que pasa en tu país es una muestra de esta actitud.

Las cosas están revueltas y todos tienen derecho a una posición, claro que si, pero no hay nada que les haga reaccionar y sentir un poco de preocupación o dolor por lo que le sucede a tu casa, y digo casa porque al menos para mi, mi casa no son 100 mts donde como, duermo o voy al baño cada día, para mi, mi casa se llama Venezuela y tiene 916.490 Km2.

El gen de la apatía se ve todos los días, lo veo en twitter, en la calle, en la panadería, cuando escucho o leo a personas vivir en realidades (dicen ellos) paralelas donde asumo que nada les afecta, y por ende , no entienden la importancia de lo que nos está pasando, porque sí, está pasando.

Yo llamo a estas personas “Disneyworldnianos” viven en un mundo de fantasía donde lo único que importa son ellos mismos y sus necesidades, si están cubiertas pues para que preocuparme. Claro está, se creen con el derecho de criticar, menospreciar y hasta emitir juicios públicos sobre las acciones determinantes de otros que si decidimos mover ese culo (y me disculpan la expresión) por este país, mi casa repito, no la de un partido político enfrascado en un color.

Será que estos seres egoístas y egocéntricos, deberán sufrir en carne propia que no puedan escoger o decidir algún día, escribir o ver lo que quieran, hablar cuando y donde deseen, o transitar por donde les plazca. Posiblemente ya hayan sufrido alguna de estas restricciones a su libertad, pero obviamente, viviendo en otra galaxia, tarda que pongas los pies en la tierra y te des un duro golpe con la realidad…

Simples reflexiones intensas lo se, de alguien indignado por tanta mezquindad y egoísmo.

domingo, 10 de enero de 2010

Un año...

Ya me había tardado mucho es escribir esto, pero es que tengo la malísima costumbre de ordenar las ideas en mi cabeza para que el rompecabezas cuadre lo más cercano a la perfección en este pequeño espacio, es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos los que somos de fácil hablar o que producimos muchas palabras por minuto.

En fin, terminó un año, y a diferencia de otros que ya han quedado en el olvido, este tuvo diversos matices y características que hoy por hoy me hacen internalizar muchísimas cosas que en otras ocasiones no habían estado presentes. Cada año que pasa se caracteriza por años de mucho trabajo o desempleo, de abundancia o austeridad, de malos, regulares, buenos y excelentes momentos, pero definitivamente el 2009 para mi significó una mezcla casi perfecta de imágenes, sonidos, música, letras empuñadas y sensaciones lo más parecidas a una montaña rusa.

Fue un año indiscutiblemente en el que me volví a reconciliar con la música y lo que ella logra en mi, decenas de canciones que tocaron fibra, sacaron lágrimas pero también sonrisas, y que seguramente quedarán en esa rockola mental que todos tenemos pero con un “repeat” vitalicio para poder seguir aprendiendo de ellas.

Cada acorde o pedazo de letra de estas canciones significaron algo en específico, podría, haciendo un cronograma en mi cabeza, hasta dividir meses o trimestres ambientadas por cada una de ellas, y lo mejor de todo, una especie de compilado musical con diferentes géneros pero una sola intención: sentirlas en las venas y sobre todo en el corazón.

Pocas veces se viven situaciones tan intensas que hacen que vivas canciones como tuyas, como si hubiesen sido escritas para ti, al menos uno asi lo piensa, que tonto se es a veces no?...

Si de películas hablamos, cuantas comidas de cotufa puedo contar, creo que uno de los años donde he ido más al cine, y no solo por ir, sino para guardar cada mitad de entrada (yo me entiendo), como si se quisieran guardar para romper un record de películas vividas. Historias que nuevamente te llegan de una manera diferente como si ese guión te sonara familiar o mejor aún como si definitivamente estuvieras actuando el rol o los roles de tu vida.

Imágenes, muchas la verdad, sabores y colores, un paladar lleno de sabores que implican e implicarán recuerdos, que esta vez no solo se denominarán así sino esos sabores que no quieres perder jamás de la boca…que quieres que permanezcan toda la vida porque los amargos fueron muy amargos, pero los dulces también fueron muy dulces.

El año de mis ideas plasmadas en palabras escritas, quizás la mejor catarsis aprendida y recomendada, es como una manera de vaciar un depósito que cada cierto tiempo se llena, y que con unas cuantas frases, vuelve a quedar figurativamente vacío para seguir recibiendo información.

Sensaciones, además de las ya expresadas, un año donde el tacto fue imprescindible, donde por primera vez hubo algo lo más parecido a la química y la electricidad, como la famosa canción de Frank Quintero, un año denominado por mi como el año de la sensibilidad interna y externa.

365 días de altibajos, pérdidas emocionales y físicas, de poca tranquilidad pero de una inmensa paz cuando decidía aparecerse, de llorar mucho pero de reir también y en conclusión un año más, contradictorio a veces, pero definitivamente lleno de esas dosis de vida que a todos no hace falta.

Quisiera compartir con ustedes 12 canciones para 12 meses, siendo la música lo que más me marcó este año que pasó, y siendo realmente muchas más creo que son las indicadas para hablar de mi 2009!

Felicidad para todos los que me leen, y mientras yo espero seguir viviendo mi película personal con soundtrack incluído y mi millón de tonterías…

1. Lucky, Jason Mraz feat Collbie Caillat
http://www.youtube.com/watch?v=UaEpfgpS7CY

2. Fergie, Big Girls Don’t Cry

6. Anyone Else But You - Michael Cera and Ellen Page

11. The Promise, Tracy Chapman
http://www.youtube.com/watch?v=oEin80-J2Ks

12. 1,2,3,4 Love you Plain White
http://www.youtube.com/watch?v=PYp0GVzmLgY