lunes, 14 de septiembre de 2009

La vida en un Centro Comercial

Uno de tantos días que entré en razón y me vi dando vueltas en los pasillos de un centro comercial mal llamado “Emo Mol” caí en cuenta que la vida de los venezolanos transcurre en gran cantidad entre pasillos, baños, tiendas, vitrinas, cines y sitios de comida rápida de los centro comerciales.

Si no me crees, acá les va mi modesto análisis al respecto. Es puente y no hay plata (como ya es costumbre) a dónde ir…al mall; estoy deprimido por cualquier razón que lo amerite, a dónde me voy a caminar como alma en pena…al mall; y así cualquier excusa es buena para adentrarnos en el mundo del capitalismo salvaje donde el tumulto, el sonido inentendible de cientos de voces sonando al mismo tiempo, tiendas con la canción de moda a todo volumen y demás muestras de contaminación sónica, nos hacen compañía en nuestra estadía consumista o simplemente de “mirar pero no entrar”.

Me pregunto que placer sentimos, porque me incluyo, en ver tiendas si no vas a comprar, no es mejor poder entrar y gastar algún dinerito…?? ….pero seguramente si la nota es despejarse pues el mandado está hecho como dicen, aunque posiblemente salgas más deprimid@ por lo que quieres pero no puedes tener…

Los centros comerciales han sido testigos del comienzo de relaciones, pero también de rupturas, de flirteos descarados o más solapados, de encuentros sexuales fogosos en los baños (sino pregúntale al vigilante del Centro Plaza porqué tienen los baños bajo llave), de grandes y fuertes depresiones e inmensas lloradas por pasillos que parecieran estar solos en un momento como ese. En fin un centro comercial es confidente de nuestros estados de ánimo. De nuestras alegrías por recorrerlo con alguien especial, o de nuestra tristeza por no tener con quien hacerlo.


La cultura del mall la llamaría yo, y es que en una ciudad con tan pocos espacios verdes, libres y seguros, a dónde más vamos a recurrir si no es a ver tiendas y a caminar como vacas como alguna vez escuché…

Centros Comerciales hay para todos los gustos y targets: emos, comunas, modernos y estudiantes (Millenium Mall), señoras emperifolladas con prendas y alhajas (CCCT, Plaza Las Américas), Pavitos y Pavitas adictos a la rumba (CSI, como lo llaman sifrinamente)… y así muchos más en nuestra caótica ciudad, pero en fin, centros comerciales, oasis de concreto y vitrinas, que nos hacen la vida un poco más llevadera…

Los dejo, me voy al Sambil a dar vueltas mil veces, a ver la gente pasar y el tiempo transcurrir….